14/12/10

Vaya, 2010












En este año que nos abandona

* hizo cien años desde que una Real Orden permitiera el acceso de las mujeres a la
universidad

* habría cumplido 200 años
Elizabeth Gaskell, y 125 hacía desde la muerte de Rosalía de Castro

* cumplió 65 años Pipi Calzaslargas, inolvidable personaje de nuestro imaginario colectivo, rebelde y excéntrico

* ingresó
Soledad Puértolas en la RAE, feudo masculino donde los haya

* recibió el premio Cervantes la inigualable
Ana Maria Matute

* y Patti Smith, el National Book Award, por Cuando éramos niños, dulce recuerdo de su amigo Robert Mapplethorpe

* la dramaturga catalana
Lluïsa Cunillé fue merecedora del Premio Nacional de Literatura Dramática por Aquel aire infinito, y

*
Leonor Taboada, de la medalla de oro del Consell de Mallorca por "su trayectoria feminista y de trabajo por la salud de las mujeres". Ahí es nada...

*
Rocío Molina -lo más apasionante que le ha pasado al baile flamenco de mujer desde Eva la Yerbabuena- ganó el Premio Nacional de Danza (junto con Ángels Margarit y sus Mudançes), y

* el
flamenco fue declarado por la UNESCO patrimonio inmaterial de la humanidad

* hizo cinco años desde la entrada en vigor de la ley de
matrimonios homosexuales. Y aunque no me chifla la cosa, aun menos me chiflaría que nos la quitaran

* fue abolido el Ministerio de Igualdad. Véase comentario anterior

*se fueron para siempre Alice Miller, psicóloga especialista en maltrato infantil;
* la grandísima escultora
Louise Bourgeois;
* Mary Daly
, filósofa y teóloga norteamericana;
* la escritora
Beryl Bainbridge;
* Abbey Lincoln
, cantante de jazz;
* la reina del bolero,
Olga Guillot;
* Lhasa de Sela
con sus canciones nómadas y mestizas;
* Sara Berenguer
, anarquista y antifranquista incansable;
* Remedios Montero "Celia", guerrillera del maquis;

* Kerstin Thorvall
, escritora sueca de vida osada
* y
Luisa
* y
Maria Amparo
* y
mi madre.
* Además,
Labordeta. Y el maestro: Enrique Morente.

Vaya año. Vaya, año.

De las cartitas 96 y 97

Árboles de judías, de Barbara Kingsolver. Feliz reedición con nueva traducción de una de mis novelas fetiche de autora fetiche. Quienes habéis leído esta pequeña joya norteamericana, sobre Marietta Creer que se lanza a la carretera en busca de la libertad y se encuentra de improviso con un bebé en el asiento del copiloto, ya podéis seguir regalándola; quienes no la habéis leído -¡cuánto os envidio!-, corred a enmendar la falta. 298 pp. / € 14.90
Princesa ama a princesa, de Lisa Mandel. Végétaline vive en una torre custodiada por su posesiva madre y aquejada por una supuesta debilidad psíquica. Codette arrastra un oscuro pasado en un convulso país colonial. Entre aventuras se produce el rescate y surge entre ambas el amooooor. Cómic para nuestro corazón adolescente. € 19.50

La tecnología del orgasmo (La histeria, los vibradores y la satisfacción sexual de las mujeres), de Rachel P. Maines. Mientras la doctora en historia de la ciencia y tecnología llevaba a cabo una investigación sobre el arte de la costura, descubrió en los márgenes de las revistas femeninas norteamericanas de finales del siglo XIX [¡sic!] unos pequeños anuncios de ciertos artilugios qwue se parecían sospechosamente a los actuales vibradores. El cambio de temática de la investigación le costó, en su día (1999), no sólo su puesto en la universidad donde daba clase, sino además el recelo y la burla de sus colegas (mayoritariamente masculinos). Este ensayo, de contenido riguroso y tono ocurrente, repasa los síntomas de la histeria femenina y los consejos médicos (entre ellos, ciertos "aparatos de relajación músculo-esquelética") que pretendían ponerle fin. 206 pp. / € 20.00

La mujer que buceó dentro del corazón del mundo, de Sabina Berman. Según la faja publicitaria del libro, Karen Nieto, la protagonista "rebelde, incomprendida, genial" de esta novela, a Ana María Matute "le robó el corazón". Y a ustedes les hará otro tanto: tal es la voz obstinada, original e (involuntariamente) divertida de esta joven autista, idiota según los baremos de los humanos supuestamente normales, genial en algunos aspectos, valedora de Darwin y férrea disidente de Descartes -su propio lema es Existo, luego (con dificultad) pienso-, que hereda junto con su tía una industria atunera en la costa mexicana y resulta que, lo que más le gusta en el mundo, es nadar entre atunes. Mágico. 316 pp. / € 19.00